Presentación

Han pasado seis meses desde la publicación del número 112 de Xipe totek. Así estaba previsto, de acuerdo con el cambio de periodicidad de nuestra revista anunciado en ese mismo número. Lo que nunca hubiéramos podido anticipar es que este periodo sería como ha sido. Cada lectora y cada lector tendrán su propia experiencia al respecto, pero sin duda todos hemos compartido la afectación extraordinaria de nuestras vidas y labores cotidianas a partir de que, a mediados de marzo del presente año, se nos impusiera la realidad de la contingencia sanitaria en nuestro país; ésa que, hasta entonces, sólo veíamos de lejos. Todavía hoy no hemos salido de esta crisis, y el horizonte que nos pone por delante tampoco es menos incierto de lo que fue al principio.

Un poco antes de confirmarse el estado de emergencia sanitaria en México lanzamos la convocatoria para la carpeta temática de este número 113, con el título Marx y marxismos. Justificamos este call for papers a tenor de que el pensamiento de Karl Marx ha sido uno de los más influyentes legados sociales e intelectuales del periodo histórico conocido como modernidad —en cuyo atardecer quizá aún nos encontramos—, por lo cual valdría la pena reparar en sus diferentes recepciones en la tradición posterior y en el examen de su vigencia para un mundo como el nuestro. Los tres artículos de esta primera carpeta responden, consecuentemente, a este llamado y se inscriben en este marco de cuestiones. 

En el primero de ellos, Ducange Médor comienza con un tanteo de la presencia o ausencia de la “cuestión de la mujer” en El capital, como base para poder explicar la recepción ambivalente del pensamiento de Marx en determinadas teorías y movimientos feministas contemporáneos; todo lo cual desemboca, hacia el final del artículo, en algunas pistas sobre cómo marxismo y feminismo podrían —y tendrían— que compenetrarse mutuamente en el combate de la mancuerna capitalismo–patriarcado. 

En el segundo de los artículos José Bayardo Pérez Arce despliega el argumento de que el capitalismo supo asimilar la crítica de la religión emprendida por Karl Marx para dar lugar a otra forma de religión (a su vez anticipada por Marx en su crítica del fetichismo de la mercancía): la religión de las cosas. “Religión”, por ser “expresión de la lógica general del mundo”, y “de las cosas”, debido a que éstas, en su condición de “seres–en–el–mercado”, han olvidado tanto su dignidad material como su origen constituyente, para así autoafirmarse como un poder soberano sobre todo aspecto de la existencia humana. De ser cierto esto, sugiere el autor del artículo, la intención de revitalizar la crítica y la lucha por la emancipación tendrían que desplazarse —desde las religiones tradicionales— hacia el ámbito “de los nuevos sitios de lo sagrado instituidos por el capitalismo: la realización personal, el estilo de vida, el deseo, etcétera”.

En el tercer artículo de esta carpeta Luis Ignacio Román Morales reflexiona sobre el sentido del pensamiento de Marx en un momento histórico (el siglo XXI, en general, y el siglo XXI en Latinoamérica y México, en particular) con características distintas a las de aquél en que el filósofo prusiano escribió. El argumento que desarrolla el autor es crítico y matizado: algunos tópicos marxianos han devenido instrumentos obsoletos para el análisis de varias de las transformaciones y concreciones históricas del capitalismo; pero hay otros rasgos de mayor permanencia, así como ciertos efectos y contradicciones advenidos junto con “la liberalización plena de los mercados y el sometimiento del Estado a los grandes empresarios”, que reivindican a Marx como un contemporáneo nuestro.  

En nuestra carpeta Acercamientos Filosóficos en esta ocasión ofrecemos dos artículos. En el primero de ellos, firmado por Enriqueta Benítez López, la autora examina el alcance y los límites del tratamiento que Hannah Arendt hace de los conceptos perdón y promesa. Queda bien asentado por qué estos últimos suponen formas de redención que —pese a su condición de impredecibilidad e irreversibilidad— nos brindan las acciones libres; pero quedan asimismo abiertos otros problemas relativos a la estructura (o “forma”) de la promesa y del perdón y a la posibilidad de extender este último a un ámbito colectivo.

El segundo artículo de esta carpeta, a cargo de Alberto Elías González Gómez, se suma a los esfuerzos filosóficos por pensar el problema de la diferencia. Con esta motivación y propósito el autor sugiere una interpretación del pensamiento de Gustav Landauer como un posible puente entre la mística y la filosofía de la diferencia, así como entre ambas y las luchas reivindicativas de la autonomía comunitaria. Según ello, el mérito de Landauer habría sido incorporar elementos de las filosofías de Spinoza y Nietzsche (antecedentes de la filosofía de la diferencia) en su misticismo y anarcosocialismo, procurándose así “una dimensión de praxis desde donde es posible pensar procesos de lucha autónoma diferencial”.

Probablemente a las lectoras y lectores habituales de la revista les sorprenda que nuestra tercera carpeta lleve ahora como título Cine y Literatura. Aprovechamos para anunciar que, a partir del presente número, nuestra intención es incluir siempre en ella una reseña literaria, como parte de los ajustes editoriales relacionados con el cambio de periodicidad de la publicación. Así, en la sección de cine, nuestro principal colaborador, Luis García Orso, sj, nos invita a apreciar el largometraje El porvenir (L’avenir), de la directora Mia Hansen–Løve, como la historia de una reinvención espiritual: una profesora de filosofía, tras el repentino derrumbe de muchas de las certezas que sostenían su vida, tendrá que “aprender la verdad que le ofrece la realidad cotidiana si acepta hacerse cargo de ella, si acepta ir al encuentro amoroso con los otros”. Por su parte, en la sección de literatura, saludamos la primera colaboración de José Miguel Tomasena, quien nos convoca a la lectura de Ahora me rindo y eso es todo, la última novela del escritor tapatío Álvaro Enrigue. Se trata, a juicio de Tomasena, de una narración compleja, cuya virtud es entrecruzar con destreza diferentes registros y géneros literarios; uno de los cuales, transversal a los demás, es aquél (histórico–político) que retrata el genocidio de la cultura apache y el despojo de un territorio que, hasta hace menos de dos siglos, fue mexicano.

Finalmente, inauguramos también un nuevo título para nuestra última carpeta: Justicia y Sociedad. Éste no indica ningún cambio de espíritu en la sección, aunque sí sugiere la mayor amplitud de contenidos —desde el enfoque de la justicia social— que a partir de ahora podrá cobijar. En consistencia con ello, el artículo de Pleun Elsa Andriessen ofrece un análisis crítico en torno a las premisas y los mecanismos de reparación que motivaron el surgimiento de comisiones de la verdad en varios países del mundo. La autora toma como ejemplo emblemático la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) peruana, para, desde un enfoque psicosocial, poner en cuestión sus alcances inclusivos y su efectividad en vistas de la sanación individual y colectiva; no con la intención de denostar esas prácticas, sino de contribuir, mediante una revisión de la experiencia, al debate sobre su mejoramiento como plataformas de genuina reconciliación.

Deseamos que nuestras lectoras y lectores reciban con ánimo y buena salud este primer número semestral. Nosotros los hemos tenido presentes y seguiremos haciéndolo.

Miguel Fernández Membrive