Rubia:* Marilyn Monroe / Norma Jeane

[*]

Luis García Orso, S.J.[**]

 

Recepción: 10 de noviembre de 2022

 

En 1946, con 20 años de edad, Norma Jeane Mortenson era una atractiva modelo de revistas para hombres cuando la presentaron ante el director de los estudios de cine 20th Century–Fox, quien le dio algunos pequeños papeles en películas, probablemente a cambio de favores sexuales. Dos años después, la chica pasó de la misma manera a los estudios Columbia, donde quisieron reproducir en ella una imagen similar a la de Rita Hayworth al decolorar su cabellera y dejarla con un color rubio platinado. Dos películas de 1950 —All About Eve (La malvada)[1] y The Asphalt Jungle (La jungla de asfalto)[2]— lograrán que la crítica cinematográfica se fije en ella, la rubia Marilyn.

Con apenas una docena de años como figura pública, impresiona que Marilyn Monroe (1926–1962) se haya convertido en un ícono de la cultura popular de Estados Unidos, y que así perdure hasta hoy, 60 años después de su muerte. Durante la década de los años cincuenta la imagen de Marilyn movió a millones de admiradores, pero también otro tanto a duros críticos. Pocas estrellas y figuras como ella han despertado tantos sentimientos contrapuestos: admiración y rechazo, envidias y alabanzas, compasión y lujuria. Ella sigue siendo para muchos un símbolo sexual, un ícono de la belleza y una de las estrellas más famosas del cine de Hollywood; pero ​también es recordada por su convulsa vida privada, su inestable infancia, su lucha por el respeto profesional, así como por su muerte y las teorías conspirativas que la rodearon. Marilyn Monroe es ícono de la cultura estadounidense predominante (a sabiendas de que hay otras); por tanto, de una cultura de la publicidad, el consumo, la superficialidad, la manipulación, la belleza blanca, el sexismo… Marilyn pasó a ser una atractiva imagen para gran cantidad de productos comerciales, y de ella se han escrito un sinfín de libros, canciones, poemas, obras de teatro y cine. Diversos abordajes sobre la popular actriz tratan de ir al fondo de las varias capas que no son fáciles de separar o comprender: su vida pública, su vida privada, su vida más interior. ¿Quién fue realmente Marilyn Monroe?

Uno de estos abordajes es Blonde (Rubia),[3] la novela biográfica de Joyce Carol Oates, publicada en el año 2000 y ampliamente aclamada. Trasladar al cine la gama vertiginosa de imágenes y sentimientos que suscita la lectura de la novela es ciertamente un reto gigantesco. El director australiano Andrew Dominik lo ha intentado en su película del mismo título, de reciente estreno en Netflix. El cineasta ha dicho que quiso filmar un cuento de hadas de una niña huérfana perdida y sacrificada en los oscuros bosques de Hollywood. Habiendo tantas interpretaciones de la vida de Marilyn, la película trata de hacernos sentir —aun visceralmente— la montaña rusa de sentimientos que la actriz vive y padece, que la van desgarrando y matando. La cinta resulta dolorosa, demoledora, desagradable, tierna, con el apoyo de numerosos formatos visuales que se van sucediendo y que arman una narrativa muy sensorial. Así, por ejemplo, con el cambio de color a blanco y negro, las lentes que deforman las imágenes, la iluminación sobresaturada o difuminada, los encuadres agresivos de la cámara o las tomas ralentizadas. Una creativa producción audiovisual para sumergirnos en la historia.

En la vida real, Norma Jeane es la niña huérfana que busca a su padre y no puede relacionarse con su madre esquizofrénica; es la niña que va de un orfanato a otro, o con varias familias, para siempre quedar desplazada o violada. Es la jovencita que luce su fresca belleza en fotos para revistas varoniles y que aspira a ser actriz de cine. Es el platillo para la golosa lujuria de productores de Hollywood y el nuevo objeto sexual para las masas. Es el capricho sexual de los poderosos insaciables (incluidos los Kennedy). Es el personaje mediático y el mito, que sólo desea ser ella y que la quieran. Es la mujer sola y confundida, triste y vulnerable, que se empeña en ser una verdadera actriz y que vive entre sueños y pesadillas, entre la admiración y el desamparo, entre éxitos y abusos. Ana de Armas, la joven actriz cubano–española, se mete completamente en la piel de Norma Jeane y logra una intensa recreación e interpretación.

La película no solamente nos hace sentir la vida interior de una Norma Jeane que ha de aparecer como Marilyn, además propone una radiografía crítica del ambiente que ella vive y padece: el “sistema de estrellas” (star system) que maneja Hollywood y que apaga y destruye las “estrellas” a su antojo; el dominio de los grandes productores, insaciables en su ambición de dinero y de mujeres; la cultura de masas estadounidense, ávida de escándalos y de banalidad, y que convierte a la mujer en objeto sexual; la desmitificación de las grandes figuras del deporte o de la política, para hacerlas ver en su machismo y poder grotescos.

El director de la película vierte en imágenes todo ello a lo largo de casi tres horas. A veces las imágenes lucen y otras se apagan; avanzan o se confunden; conmueven o repugnan. Puede ser que —a ratos— los espectadores no aguantemos tanto sufrimiento, tanta confusión, tanta visceralidad. Pero ésa es la historia de Norma Jeane, cuya vida se va deshaciendo y ahogando detrás del personaje que le han creado. Hay en esta mujer un misterio de la condición humana que aparece real, pero también insoportable. Y eso transmite el filme, aunque no sea toda ni la única historia, pues seguramente no habrá biografía alguna ni investigación que pueda llegar a la intimidad desnuda de una persona.

Para formar nuestra propia visión podemos unir y complementar con otro estreno en Netflix, el documental The Mystery of Marilyn Monroe: The Unheard Tapes (El misterio de Marilyn Monroe: las cintas inéditas),[4] basado en la investigación que se abrió en 1982 para tratar de descifrar si su muerte, la noche del 4 de agosto de 1962, había sido suicidio o asesinato. Las tales “cintas inéditas” son muchas entrevistas a personas que estuvieron cerca de la actriz y que pueden darnos más elementos para conocerla. Y otra recomendación: hagamos la lectura completa de la Oración por Marilyn Monroe del admirable Ernesto Cardenal: “Señor, recibe a esta muchacha, conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe, aunque ese no era su verdadero nombre (pero Tú conoces su verdadero nombre)… Como toda empleadita de tienda soñó con ser estrella de cine… Y ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje”. Así la queremos ver ahora nosotros, ya fuera de los reflectores.

 

[*] Andrew Dominik, Blonde (película), Dede Gardner, Jeremy Kleiner, Tracey Landon, et al. (productores), Plan B Entertainment, Estados Unidos, 2022 (blanco y negro, 166 min.).

[**] Profesor de Teología en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; miembro de la Comisión Teológica de la Compañía de Jesús en México y miembro de SIGNIS (Asociación Católica Mundial para la Comunicación). lgorso@jesuits.net

 

[1].     Joseph Leo Mankiewicz, All About Eve (película), Darryl Francis Zanuck (productor), 20th Century–Fox, Estados Unidos, 1950 (blanco y negro, 138 min.).

[2].    John Huston, The Asphalt Jungle (película), Buddy Adler (productor), Metro–Goldwyn–Mayer, Estados Unidos, 1950 (blanco y negro, 112 min.).

[3].    Joyce Carol Oates, Blonde, Alfaguara, Madrid, 2021.

[4].    Emma Cooper, The Mystery of Marilyn Monroe: The Unheard Tapes (documental), Emma Cooper, Sam Epstein, Caroline Marsden, et al. (productores), Netflix, Estados Unidos, 2022 (color, 101 min.).