Las madres de hoy en el cine mexicano

Luis García Orso, S.J.[*]

 

Recepción: 18 de mayo de 2024

 

El cine mexicano contemporáneo tiene como protagonistas o como realizadoras en muchas de sus películas a mujeres y madres de familia; madres muy diferentes a las de aquel modelo antiguo de la madre sufrida y callada. Las historias que cuentan ahora las películas nos hablan de madres que buscan en las calles a sus desaparecidos, luchan, trabajan, se enfrentan a la impunidad y a la mentira, se solidarizan en colectivos, animan la esperanza. Se va destacando el brillante trabajo en México de mujeres cineastas. Ellas tienen alrededor de 40 años de edad, una trayectoria profesional madurada con el tiempo, desde sus inicios juveniles, y revelan una particular sensibilidad a las realidades de nuestro país y del momento actual. Veamos algunas de estas películas de los últimos cinco años.

En Los lobos[1] Samuel Kishi (Guadalajara, 1984) crea una entrañable historia de ficción y de ternura con sus recuerdos de niño. Max y Leo, de ocho y cinco años, son llevados de Jalisco a Albuquerque (Estados Unidos) por Lucía, su madre, en busca de una mejor vida. Los tres representan a numerosas familias migrantes, ayer y hoy. Como los hermanitos han de quedarse en el pequeño departamento mientras la mamá se va a trabajar a una lavandería, ella les deja grabadas, en un viejo aparato de casetes, las reglas básicas de seguridad y conducta, y unas elementales clases de inglés. Es su propia manera de seguir presente durante el día.

Sin señas particulares[2] de Fernanda Valadez (Guanajuato, 1981), la máxima ganadora de 2020 con nueve premios del Ariel mexicano, sigue a Magdalena, quien toma el camino hacia Tijuana para buscar a su joven hijo, vivo o muerto, al saber que su compañero de viaje fue encontrado sin vida. Otras madres y otras mujeres irán apareciendo como ángeles en el camino de Magdalena, alentándola a no darse por vencida frente a la indolencia de las autoridades. En el viaje, ella coincidirá con Miguel, otro joven emigrante que ha sido deportado y regresa a su rancho para ver a su mamá. Una madre que busca a su hijo, un hijo que busca a su madre. Los dos se acompañan y se ayudarán, como samaritanos, en la soledad hiriente de casas vacías en tierras tomadas por el narco, en Guanajuato. Una madre que nada tiene que perder porque ya nada le queda; una madre decidida a encontrar un cuerpo o el lugar en que fue enterrado… o quizás a su hijo vivo.

Las tres muertes de Marisela Escobedo[3] es un documental de 2020 dirigido por Carlos Pérez Osorio (Ciudad de México, 1985). Karla Casillas Bermúdez fue jefa de la investigación periodística para construir la narración fílmica. Karla declara: “Al final encontramos una historia plagada de negligencia, corrupción, culpables fabricados por las autoridades, y evidencias del crimen organizado ligado a instituciones del gobierno”. La película muestra con verdad y dolor los muchos obstáculos que pesan a diario sobre las madres que buscan a sus hijas desaparecidas y la impunidad que se vive en México.

La primera muerte de Marisela Escobedo Ortiz ocurrió cuando, en agosto de 2008, su hija, Rubí Fraire, quien tenía 16 años y una pequeña hija, fue asesinada, calcinada y enterrada en un basurero, en Ciudad Juárez. La segunda fue cuando su asesino, Rafael Barraza, pareja de Rubí, en un juicio llevado a cabo en abril de 2010, fue exonerado y dejado en libertad, a pesar de haber confesado el crimen y pedido perdón a Marisela. La noche del 16 de diciembre de 2010 le llegó a Marisela su tercera muerte.

Tatiana Huezo (El Salvador, 1972) ha centrado su mirada de cineasta en las mujeres y en su resistencia frente a la violencia. Con Noche de fuego[4] la directora realiza su primera película de ficción, basada en la novela Prayers for the Stolen, escrita por Jennifer Clement y publicada en 2014. Sin desprenderse de nuestra existencia actual en México ni del miedo que quiere dominarnos y someternos, la directora vuelve a centrar la narración en la capacidad de las mujeres para resistir a la barbarie; en el amor creativo de las madres al defender y cuidar a sus hijas adolescentes. Lo logra con una fotografía muy contemplativa, sin mostrar violencia gráfica y sin discursos, sino con mucha sensibilidad, con todos los sentidos abiertos, con enorme empatía del corazón, con compasión, que van contagiando un espíritu comunitario en el pueblo y la defensa de sus vidas en la noche de fuego.

El Jurado Ecuménico en Berlín 2023 concedió su Premio a la película mexicana Tótem,[5] de Lila Avilés (Ciudad de México, 1982), con esta justificación: “El jurado quedó realmente impresionado por la manera compleja y sensible de ilustrar el amor que mantiene unida a esta familia, ni falsa ni idealizada. También destaca cómo la cultura mexicana lidia con la muerte y celebra la vida al mismo tiempo”.

La película nos cuenta la historia de Sol, una niña de siete años que pasa el día en casa de su abuelo, ayudando con los preparativos de una fiesta sorpresa para su padre, que padece una enfermedad terminal. La celebración que preparan las tías de Sol reúne un mundo de mujeres muy diversas, unidas en una causa común; es un aprendizaje de las pérdidas, el dolor, la vida que ha de seguir, forjado con el cariño que cada quien puede ofrecer.

En El último vagón,[6] de Ernesto Contreras (Veracruz, 1969), la actriz Adriana Barraza personifica a la maestra Georgina, quien no sólo da clases, sino que pone todo su empeño para inspirar la creatividad de sus discípulos, ayudarlos a desarrollar sus capacidades personales, estimularlos a buscar y a sacar lo mejor de cada quien, acompañarlos muy de cerca. Y lo hace con firmeza, disciplina y responsabilidad, pero también con cariño, empatía, interés genuino por cada uno y cada una. Exigencia y ternura es la combinación ideal para saber moldear la vida en la infancia. La maestra Georgina representa lo más noble de la vocación de educar, no reducida a cumplir un trabajo, sino dedicada a acompañar y cuidar el camino inicial de la vida de pequeñas personas, y luego saber dejarlas en libertad para que continúen.

De 2023, Ruido[7] (Natalia Beristáin, Ciudad de México, 1981) y La civil[8] (Teodora Mihai, Bucarest, 1981) tienen como protagonistas a madres que buscan a sus hijas desaparecidas; mujeres fuertes que no se rinden ante los obstáculos por hallar justicia y que se van uniendo a más madres y familiares en búsqueda, aunque su vida también peligre. La caída[9] (Lucía Puenzo, Buenos Aires, 1976) tiene como personaje central a una nadadora elegida para los Juegos Olímpicos, quien ha de afrontar sus temores y recuerdos tormentosos para salir en defensa de una adolescente también víctima de su entrenador y confrontarlo. Huesera[10] (Michelle Garza Cervera, Ciudad de México, 1987) replantea los estereotipos de pasar por la experiencia primera de la maternidad, desde una historia de terror psicológico.

En todas estas películas el espectador experimenta las voces anónimas y las historias nuestras cotidianas, más allá de cifras y datos, para hacernos sensibles al dolor, la incertidumbre, las esperanzas… que no siempre podemos articular o nombrar. Las historias narradas ayudan a vernos como en un espejo en nuestra realidad social y familiar actual; a abrir más nuestra mirada y nuestros sentimientos; a pensarnos como sociedad, unos junto a otros; a sentir y gustar internamente la vida, con toda su complejidad y sus sendas por descubrir. Así, el cine dialoga con nosotros y nos acompaña.

Muchas mujeres están detrás de estas películas, no sólo las directoras: en muchos casos también son mujeres las guionistas, productoras, fotógrafas, diseñadoras de escena, etcétera, y claro, las protagonistas. Hoy las madres mexicanas ocupan un lugar social muy importante. Las generaciones de mujeres que hoy encabezan las artes cinematográficas —como también las artes visuales, la literatura, la política, el pensamiento, la espiritualidad, etcétera— son mujeres que no se conforman con una verdad a medias o con el silencio; mujeres que tocan las heridas de los demás y las hacen suyas; madres y mujeres fuertes que enfrentan la realidad social y apuestan por un futuro diferente; profetisas de la dignidad humana, mujeres tocadas y llevadas por un profundo espíritu que nos hermana a todos y abre surcos de esperanza.

Estas películas pueden verse en las siguientes plataformas digitales. En Prime Video: Los lobos, Sin señas particulares, Huesera y La caída. En Netflix: Las tres muertes de Marisela Escobedo, Ruido, Noche de fuego, El último vagón y Tótem.

 

[*]. Profesor de Teología en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; miembro de la Comisión Teológica de la Compañía de Jesús en México y miembro de SIGNIS (Asociación Católica Mundial para la Comunicación). lgorso@jesuits.net

 

[1].     Samuel Kishi, Los lobos (película), Leticia Carrillo e Inna Payán (productoras), Animal de Luz Films/Alebrije Cine y Video/Cebolla Films, coproducción México–Estados Unidos, 2019 (color, 95 min.).

[2].    Fernanda Valadez, Sin señas particulares (película), Jack Zagha Kababie, Astrid Rondero, Fernanda Valadez et al. (productores), Corpulenta Producciones/Avanti Pictures/EnAguas Cine/Nephilim Producciones, coproducción México–España, 2020 (color, 95 min.).

[3].    Carlos Pérez Osorio, Las tres muertes de Marisela Escobedo (película), Sara Rafsky (productora), Vice Studios Latin America/Scopio, México, 2020 (color, 109 min.).

[4].    Tatiana Huezo, Noche de fuego (película), Nicolás Celis, Jim Stark y Burkhard Althoff (productores), Pimienta Films/The Match Factory/Desvia Produções/Bord Cadre Films/Louverture Films/Cactus Film & Video/Jaque Content/Zweites Deutsches Fernsehen, México, 2021 (color, 110 min.).

[5].    Lila Avilés, Tótem (película), Lila Avilés, Jean–Baptiste Bailly–Maitre, Laura Elizabeth Ruiz Diaz et al. (productores), Limerencia Films/Laterna/Paloma Productions/Alpha Violet Production, coproducción México–Dinamarca–Francia, 2023 (color, 95 min.).

[6].    Ernesto Contreras, El último vagón (película), Alejandro Cortés Rubiales, Rafael Ley, Mónica Vértiz et al. (productores), Netflix/Woo Films, México, 2023 (color, 95 min.).

[7].    Natalia Beristáin, Ruido (película), María Ayub, Karla Badillo, María José Córdova et al. (productoras), Woo Films/Agencia Bengala, México, 2022 (color, 104 min.).

[8].    Teodora Mihai, La civil (película), Jean–Pierre Dardenne, Luc Dardenne, Hans Everaert et al. (productores), Les Films du Fleuve/Menuetto Film/Mobra Films Productions/One for the Road/Teorema, coproducción México–Bélgica–Rumania, 2021 (color, 135 min.).

[9].    Lucía Puenzo, La caída (película), Mariana Arredondo, Axel Kuschevatzk, José Nacif et al. (productores), Amazon Prime Video/Madam x/Filmadora Nacional/Filmadora/Infinity Hill, coproducción México–Argentina–Estados Unidos, 2022 (color, 95 min.).

[10].    Michelle Garza Cervera, Huesera (película), David Bond, Edher Campos, Roberto Carrera et al. (productores), Disruptiva Films, coproducción México–Perú, 2022 (color, 93 min.).